miércoles, 25 de julio de 2012

Quebrar

¿Cómo voy a lograr que aún me quieras?
¿Cómo lograr que quieras escuchar?

Reviso el celular. No hay mensajes. La quebré.

Me doy cuenta que no hay vuelta atrás. Apenas un mes me bastó para lastimarla, para cometer el peor error que pude cometer, el peor error que un hombre puede cometer con una mujer: llamarla por otro nombre, por otra mujer.

Y ni siquiera era el nombre de una mujer que importara, si acaso existe alguna mujer que me importe más que ella. No, era el nombre de una mujer del pasado, de un pasado intrascendente lleno de aburrimiento y vacío de destino. Una mujer que pasó y sólo dejo su nombre en mis labios a fuerza de costumbre y de rutina. Y mis labios son traicioneros, siempre corrieron más rápidos que mi cabeza. Atropellan mi cabeza con balbuceos incomprensibles. Pero esta vez el sonido fue claro. Claro y sin sentido.

En ese momento me odié y todavía lo sigo haciendo. La quebré. Por una estupidez. Por un error. Por un tropiezo sin sentido. ¿Cómo se puede herir de muerte al ser amado con una palabra vacía? ¿Cómo una palabra vacía puede vaciar todas las palabras dichas anteriormente? ¿Cómo se puede ser tan boludo?


Es en vano intentar explicar lo que pasó. De pronto todas las palabras son vacías e insuficientes. Los "te amo" caen al piso apenas salen de mi boca. No hay forma de materializar lo que el corazón quiere gritar. Los "te amo" no bastan. Una lágrima rueda. La quebré. Soy un hijo de puta.

Por llamarla por otro nombre me merezco el peor de los tormentos. Y por boludo, también. Merezco saltar de un edificio y reventarme en el suelo. Merezco prenderme fuego y que las llamas me consuman hasta los huesos. Merezco la peor de las muerte: morir sin ella.


Miles de palabras vacías parecen explicar poco y ella se tranquiliza. Me despide con un beso y una sonrisa, pero no hay vuelta atrás. Lo sé.

Vuelvo a revisar el celular. No hay mensajes. La quebré.

1 comentario:

María R. dijo...

Y cada vez escribe mejor...